Desmontando mitos de la cirugía estética
Hoy en día muchas personas se someten a operaciones de cirugía estética y no sufren ningún tipo de inconveniente. Sin embargo, también siguen circulando muchos rumores y mentiras en torno a la cirugía que provocan desconfianza en aquellos que desean realizar algún retoque en su cuerpo.
Algunos de estos mitos nacen por el uso de técnicas antiguas y malas praxis, pero con el empleo de las herramientas adecuadas, instalaciones de primera calidad y un equipo humano profesional y cualificado todos los supuestos “problemas” desaparecen.
Para sacaros de dudas hemos creado una lista de los mitos más comunes y os demostramos que no todo lo que se escucha es cierto:
“Las reducciones de mamas y las rinoplastias son dolorosas”
Falso. Con las nuevas técnicas de cirugía estética son procedimientos indoloros. Anteriormente podían ser necesarias cuatro o cinco horas de intervención, mientras que ahora con dos horas suele ser suficiente. Algo de molestia es habitual, pero con los cuidados adecuados (no exponerse al sol, usar vendas frías, aplicar antibióticos y desinflamatorios, etc.) el dolor es mínimo.
“La liposucción elimina irregularidades como la celulitis”
Falso. La liposucción es un una técnica quirúrgica que no está específicamente diseñada para eliminar la celulitis, aunque sí que puede mejorar el aspecto de la zona tratada. Su función principal es la de reducir volumen eliminando depósitos de grasa no deseados y remodelar la figura, especialmente en personas que se encuentren cerca de su peso ideal. Este tratamiento no es definitivo, sino que debe ir acompañado de una dieta equilibrada, realizar ejercicio con frecuencia, evitar los alimentos que favorezcan la celulitis, etc.
Algunos tratamientos que funcionan mejor en la eliminación de la celulitis son los ultrasonidos y la radiofrecuencia. Estas dos intervenciones actúan al nivel de la dermis envidando ondas sonoras de alta frecuencia a través de la piel. Estas ondas crean un calor friccional que atraviesa las capas más profundas facilitando su metabolismo.
“La cirugía estética no deja cicatrices”
Falso. Cualquier tipo de agente externo que provoque una alteración o lesión en la piel deja una cicatriz visible, y la cirugía estética no es la excepción. Sin embargo, en manos de un buen profesional las cicatrices pueden estar escondidas y disimularse hasta ser casi imperceptibles.
Las cicatrices varían en función de la zona de la intervención y de la propia capacidad de cicatrización del paciente. El rostro es una zona en la que la cicatrización es buena, especialmente los párpados, mientras que el tronco es más compleja, sobre todo hombros y escote. En cualquier caso, los resultados son diferentes en cada paciente.
“No se puede viajar en avión con prótesis de mamas”
Falso. Viajar en avión es perfectamente posible tras un aumento mamario, pero se deben tomar ciertas precauciones. En primer lugar hay que aclarar que los implantes no se rompen, porque están testados para soportar las diferencias de presión sin que haya ninguna complicación.
Sin embargo, en las primeras semanas de post operatorio sí es posible que surjan diferencias en los implantes por los cambios de presión, por lo que no es recomendable realizar viajes de más de dos horas en los tres o cuatro días siguientes a la operación de aumento de pecho. Si adicionalmente la paciente se somete a una mastopexia (elevación del pecho caído), se deben esperar al menos quince días. La duración de los viajes también influye, hay que evitar los vuelos de más de tres o cuatro horas durante las dos primeras semanas.
Como se puede comprobar son bastantes los rumores que rodean a las operaciones de cirugía estética. Estos son algunos de los mitos más comunes, pero ante cualquier tipo de duda lo mejor es acudir a un profesional de confianza para que resuelva todas las dudas del paciente.