Otoplastia: Corrección quirúrgica de las “orejas de soplillo”
La Otoplastia es una cirugía que corrige la forma de las orejas cuando éstas son prominentes o “de soplillo”. Consiste en hacer que las orejas queden más pegadas a la cabeza y así queden más estéticas.
“Orejas de soplillo” un problema común pero solucionable.
Tanto niños como adultos con este problema saben lo que es lidiar día a día con las denominadas “orejas de soplillo”. Sobre todo cuando se está en edad escolar, este problema supone ser el objeto de burlas y bromas, y esta situación puede crear traumas y complejos que les acompañarán a lo largo de su vida adulta. En estos casos la Otoplastia además de corregir las orejas, mejora enormemente la autoestima y renueva la confianza perdida de estas personas.
En qué consiste la operación de Otoplastia
La operación comienza con una incisión tras la oreja (dejando así una cicatriz prácticamente invisible). A partir de esta incisión, el cirujano remodela el cartílago de la oreja haciendo que se pliegue en los sitios adecuados, reduce la profundidad de la concha y reseca piel sobrante, si lo cree necesario. A pesar de su aparente sencillez es una intervención que requiere delicadeza y minuciosidad para no crear pliegues y aristas anómalos. La mayoría de las veces, aunque solo una oreja parezca anormal, se intervienen las dos para conseguir una mejor simetría.
En ocasiones es necesario realizar una cicatriz en la cara anterior de la oreja que se disimula con los pliegues naturales de la misma.
La Otoplastia suele durar en torno a las dos horas y es una de las pocas operaciones de cirugía estética que está indicada para niños a partir de los seis años, ya que a esta edad las orejas ya han alcanzado su tamaño final.
¿Qué tipo de sedación se utiliza?
Si el niño es pequeño, se realizará la intervención bajo anestesia general. Para niños mayores y adultos, se empleará anestesia local asociada o no a sedación, de manera que esté despierto durante la cirugía, pero relajado.
Riesgos de la operación y vuelta a la normalidad
Cuando se realiza una Otoplastia, las complicaciones son infrecuentes. Cuando se dan, son de poca importancia. Un pequeño porcentaje de pacientes pueden desarrollar un hematoma, que se disuelva espontáneamente o que precise drenaje. Ocasionalmente, puede producirse una infección del cartílago que aumente el tejido cicatrizal de la oreja; su tratamiento consiste en la administración de antibióticos; en raras ocasiones puede ser necesario el drenaje quirúrgico.
Resultados de la Otoplastia y vuelta a la normalidad
El resultado de la intervención es permanente y no se modifica con el transcurso de los años. Rara vez es necesario un retoque y las complicaciones ya sean cutáneas o del cartílago son excepcionales.
La mayoría de los pacientes, niños y adultos, se encuentran bien a las pocas horas de la cirugía, aunque puede ser recomendable permanecer una noche en la clínica hasta que desaparezcan los efectos de la anestesia general. Se coloca un vendaje alrededor de la cabeza nada más finalizar la cirugía. Las orejas pueden doler un poco los primeros días, pero se alivia fácilmente con medicación. Al día siguiente se cambia el vendaje y colocamos una cinta para el pelo. Es importante seguir las instrucciones del cirujano plástico respecto al uso del vendaje, sobre todo por la noche. Debe evitarse durante el primer mes cualquier actividad en la que puedan doblarse las orejas.
La mayoría de los adultos vuelven al trabajo a los 6 días de la cirugía; los niños vuelven al colegio en unos 7 días, siempre y cuando tengan cuidado con las actividades físicas.